León nació hacia el año 390, probablemente en Toscana (Italia), en el seno de una familia romana acomodada. Desde joven se formó en retórica, filosofía y teología, destacándose por su claridad intelectual y su talento oratorio. Antes de ser papa, sirvió como diácono de la Iglesia de Roma bajo los pontificados de Celestino I y Sixto III, encargándose de importantes misiones diplomáticas y eclesiásticas.
2. Elección al pontificado
En el año 440, mientras se hallaba en una misión en la Galia, fue elegido obispo de Roma. A su regreso, asumió el pontificado con energía y visión pastoral. Su largo gobierno (440–461) coincidió con un tiempo de grandes crisis políticas y doctrinales: el Imperio Romano de Occidente se desmoronaba, y en el ámbito religioso proliferaban herejías como el nestorianismo, el pelagianismo y el monofisismo.
3. Defensor de la fe y la unidad
León Magno se distinguió por su profunda doctrina cristológica. Su obra más famosa, el Tomus ad Flavianum (Carta a Flaviano, patriarca de Constantinopla), fue decisiva en el Concilio de Calcedonia (451).
En ella expuso con precisión la doctrina católica sobre las dos naturalezas de Cristo, divina y humana, unidas en una sola persona. Los Padres conciliares, al escuchar su carta, exclamaron: “Pedro ha hablado por boca de León”.
Gracias a ello, León consolidó tanto la ortodoxia cristológica como la autoridad primacial del obispo de Roma.
4. Pastor y teólogo
Sus Sermones y Cartas —de los cuales se conservan más de 90 sermones auténticos— muestran a un pastor profundamente espiritual, centrado en el misterio de la Encarnación y en la dignidad del cristiano. Fue el primero en exponer de modo sistemático la idea de que el papa ejerce la autoridad del apóstol Pedro en la Iglesia universal.
Promovió la caridad, la disciplina eclesiástica y la liturgia romana, que en su época alcanzó una notable madurez.
5. León y Atila
En el año 452, cuando el rey huno Atila invadió Italia y amenazaba Roma, León se entrevistó con él cerca de Mantua. Según la tradición, su autoridad moral y su presencia convencieron a Atila de retirarse sin saquear la ciudad. Este episodio acrecentó enormemente su prestigio como padre y protector del pueblo romano.
6. Últimos años y muerte
Continuó su actividad pastoral hasta su muerte, ocurrida el 10 de noviembre de 461. Fue sepultado en la basílica de San Pedro. En 1754, el papa Benedicto XIV lo proclamó Doctor de la Iglesia, reconociendo la profundidad y equilibrio de su teología.
LEÓN: ARQUITECTO DE UNA CIVILIZACIÓN
"Se dice a veces que fue San Gregorio Magno el arquitecto supremo de la liturgia primitiva. Por nuestra parte pensamos que tal calificación debería corresponder más bien a San León, el gran organizador de la liturgia antigua, el autor de admirables textos litúrgicos, hasta nosotros. Fue asimismo... quien mandó edificar o embellecer diversos edificios de culto. A él se le atribuye, por ejemplo, el mosaico que ornaba la fachada de la basílica de San Pedro, y probables el que cubría su ábside; por orden suya se habría edificado la basílica de San Pablo..., cuyo actual mosaico absidal, aunque retocado, constituiría una hermosa expresión de la fe cristológica de San León; de su tiempo sería también el ábside de la basílica de Letrán, etc." (ALFREDO SÁENZ, "San León Magno y los Misterios de Cristo")
LEÓN, DEFENSA DE LA CIVILIZACIÓN
"Según la leyenda, la aparición milagrosa de San Pedro y San Pablo, armados de espada durante el encuentro entre el Papa León Magno y Atila (452 d.C.), hizo desistir al rey de los Unos de invadir Italia y marchar sobre Roma. Rafael ambienta el episodio a las puertas de Roma, la cual se reconoce por el Coliseo, un acueducto, un obelisco y otros edificios, aunque el hecho histórico se produjo en realidad en el norte de Italia, cerca de Mantua." (https://es.catholic.net/op/articulos/55043/cat/110/el-encuentro-de-leon-magno-con-atila-.html#google_vignette)
"El encuentro de León Magno con Atila es un fresco del artista Rafael Sanzio, aunque se nota en esta obra la mano de sus ayudantes Panni y Giulio Romano. Fue pintado en 1513- 1514. Tiene una anchura en la base de 750 cm. Es uno de los frescos de la Sala de Heliodoro (Stanza di Eliodoro), una de las habitaciones que hoy en día son conocidas como las estancias de Rafael, ubicadas en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano y que forman parte de los Museos Vaticanos.
Representa el triunfo de la Iglesia, representada por el papa León el Grande, frente a los bárbaros, en ese caso, Atila, que amenazaban su propia sede en el año 452. El papa lleva una escolta de cardenales a caballo y logra la retirada de los hunos en el río Mincio, cerca de Mantua. Incluye las figuras legendarias de san Pedro y san Pablo en el cielo sosteniendo espadas. Esta representación de la Liberator Romae es una clara alusión a las luchas del Papado contra Francia." (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Encuentro_de_Le%C3%B3n_Magno_con_Atila)
Dejamos una reflexión de este eminente Padre de la Iglesia:
"Aunque toda la Iglesia está organizada en distintos grados, de manera que la integridad del sagrado cuerpo consta de una diversidad de miembros, sin embargo, como dice el Apóstol, 'todos somos uno en Cristo Jesús'; y esta diversidad de funciones no es en modo alguno causa de división entre los miembros, ya que todos, por humilde que sea su función, están unidos a la cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de todos nosotros una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad, según aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: “También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo”; y más adelante: 'Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios'."
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