LA TEOLOGÍA DE LA HISTORIA EN SAN BUENAVENTURA Y SUS SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON SAN AGUSTÍN

El pensamiento de Buenaventura sobre la historia se halla principalmente en el "Breviloquium", el "Itinerarium mentis in Deum" y especialmente en el "Hexaëmeron" (obra inacabada dictada hacia el final de su vida).

Idea central:
Para Buenaventura, la historia es un proceso de revelación progresiva en el que Dios conduce todas las cosas hacia Cristo. No es solo un curso temporal sino una pedagogía divina. Características clave:

1. Historia como “descensus et reditus”: la estructura del mundo (creación → caída → restauración → consumación) es una dinámica circular de salida y retorno a Dios, marcada por la lógica del exitus–reditus.

2. Teleología fuertemente cristocéntrica: Cristo es el centro del tiempo; la historia se entiende desde la Encarnación y la Cruz.

3. Historicidad de la revelación: la Escritura narra no solo hechos, sino “modos” históricos de la iluminación divina.

4. Dimensión espiritual y contemplativa: para Buenaventura, el verdadero sentido de la historia se comprende en un ascenso interior (teología mística).

5. Influencias joaquinistas moderadas (interpretación debatida): algunos estudiosos ven que Buenaventura retoma el esquema de “tres edades” de Joaquín de Fiore, pero sin su milenarismo fuerte; otros sostienen que solo utiliza su lenguaje, sin asumir su estructura.

Interpretación académica (consenso general):
La historia, para Buenaventura, es simbólica y sacramental: cada etapa del tiempo participa de un misterio espiritual. El curso histórico refleja el proceso interno del alma hacia Dios.

COMPARACIÓN CON SAN AGUSTÍN:

Agustín y Buenaventura coinciden en que la historia tiene sentido salvífico, está dirigida por la Providencia y culmina en la visión de Dios.

Agustín fundamenta una filosofía cristiana de la historia: lineal, universal, moral y escatológicamente sobria.

Buenaventura desarrolla una mística de la historia: simbólica, pedagógica y centrada en la unión contemplativa.

Opinión académica predominante:
Buenaventura no contradice a Agustín, pero espiritualiza su marco histórico, transformándola en un itinerario interior. Agustín piensa la historia del mundo; Buenaventura, la historia del alma en el mundo.

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