TIZIANO, ARTISTA DEL RENACIMIENTO

Tiziano Vecellio (c. 1488/90 – 1576) fue uno de los pintores más destacados del Renacimiento italiano, especialmente asociado con la escuela veneciana. Es conocido por su maestría en el uso del color y la luz, que revolucionaron la pintura occidental.

Sus obras abarcan retratos, temas religiosos, mitológicos y históricos. Destacan por su riqueza cromática, composición dinámica y una sensibilidad única para captar la psicología de sus personajes. Fue pintor de la nobleza y la corte, trabajando para emperadores, papas y reyes.

La relación de Tiziano con la nobleza y la realeza:
El emperador Carlos V nombró a Tiziano pintor de su corte y le otorgó el título de conde palatino y caballero de la Espuela de Oro. Tiziano pintó varios retratos ecuestres de Carlos V y lo acompañó a la Dieta de Augsburgo.
Tiziano también recibió encargos de Felipe II, quien fue rey de España e hijo de Carlos V. Para Felipe II, pintó varias obras religiosas y mitológicas, incluyendo versiones de La Gloria y El Entierro de Cristo.
Además de Carlos V y Felipe II, Tiziano trabajó para otros nobles y papas, como el Papa Pablo III y el duque Guidobaldo II della Rovere. 

Color y técnica:
Tiziano fue un innovador en el uso del color, utilizando pinceladas sueltas y una técnica que le permitía crear efectos vibrantes y matizados. 
Maestro del retrato:
Destacó como retratista, logrando capturar la personalidad y la apariencia física de sus modelos con gran realismo. 

Entre sus obras más famosas están Venus de Urbino, El amor sacro y el amor profano, y varios retratos de Carlos V. Su influencia se extendió por siglos, inspirando a artistas como Rubens y Velázquez.

Las principales obras de Tiziano, que son icónicas por su estilo y temática:

1. Venus de Urbino (1538) — Un retrato sensual de una mujer desnuda que simboliza el amor y la belleza, muy influyente en la pintura renacentista.

2. El amor sacro y el amor profano (c. 1514) — Una pintura alegórica que contrasta dos tipos de amor, con un simbolismo complejo y un uso magistral del color.

3. Retrato de Carlos V en la batalla de Mühlberg (1548) — Un retrato ecuestre que muestra al emperador Carlos V como un líder poderoso y victorioso.

4. Asunción de la Virgen (1516-1518) — Un impresionante retablo que representa la elevación de la Virgen al cielo, famoso por su movimiento y colorido vibrante.

5. Baco y Ariadna (1520-1523) — Un cuadro mitológico que muestra la llegada del dios Baco para consolar a Ariadna, mezcla de drama y belleza.

6. La Virgen del pez (c. 1526) — Un retrato religioso que destaca por la intimidad y la delicadeza en la representación de la Virgen y el Niño.

7. Diana y Acteón (1556-1559) — Una obra mitológica que narra el momento en que Acteón descubre a la diosa Diana bañándose, con gran riqueza narrativa.

EN LA IMAGEN: "La Asunción de la Virgen"
Fue acabada en 1518. Se trata de un óleo sobre madera de gran tamaño, pues alcanza los 6,90 metros de alto y 3,60 m de ancho. Se encuentra en la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, de Venecia, Italia.

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