JUAN EUDES, UN REFORMADOR

Juan vivió tiempos de reforma: reforma de la Iglesia, tras el Concilio de Trento, y reforma de la sociedad. También era un tiempo de revueltas, en los que con la excusa de la necesidad de reforma se habían producido graves divisiones religiosas y convulsiones sociales.

Juan nació en Normandía en 1601. Entró en el Oratorio fundado por Pierre de Bérulle, donde se impregnó de la espiritualidad de la Encarnación.

Misión entre los fieles: Se dedicó a predicar misiones populares en las parroquias, buscando la conversión y renovación de la vida cristiana.

En 1643 fundó la Congregación de Jesús y María (los Eudistas), dedicada especialmente a la formación de seminaristas y la predicación misionera.

En 1641 había fundado la Orden de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio, para acoger y ayudar a mujeres en situación de marginación y riesgo.

Aportación espiritual: Fue el primero en impulsar de modo oficial y litúrgico la fiesta del Corazón de María y del Corazón de Jesús, antes de las revelaciones a santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial.

Muerte y canonización: Murió en Caén en 1680. Fue canonizado en 1925 por Pío XI y es considerado “apóstol del culto litúrgico de los Sagrados Corazones”.

Síntesis de su legado

San Juan Eudes representa la renovación católica post-tridentina en Francia, con una doble preocupación:

1. El clero, al que buscó reformar y formar a través de los seminarios.

2. El pueblo, al que llevó misiones y devociones vivas centradas en Cristo y María.

Fue un hombre profundamente eclesial, que unió espiritualidad, acción social y litúrgica, y dejó un carisma que sigue vivo en los Eudistas y en la espiritualidad de los Sagrados Corazones.

Entre sus escritos se manifestó una tierna devoción al Corazón de Jesús, devoción que se fue extendiendo en aquel siglo.

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