EL GÓTICO: ALGUNAS GENERALIDADES, GÓTICO TARDÍO Y NÓRDICO, JAN VAN EYCK

EL GÓTICO: ALGUNAS GENERALIDADES

     "En cuan­to al ini­cio del gó­ti­co va­riará según las zo­nas; en la Is­la de Fran­cia será en el año 1140 cuan­do co­men­zará a de­sa­rro­llar­se su ar­qui­tec­tu­ra; mien­tras que, en otros lu­ga­res de Fran­cia y en el res­to de Eu­ro­pa, es­te ini­cio se atra­sará con­si­de­ra­ble­men­te. Tal el ca­so de Es­paña, don­de, du­ran­te la se­gun­da mi­tad del si­glo XII, se si­guió cons­tru­yen­do y de­co­ran­do con el es­ti­lo del romá­ni­co. Será re­cién en el si­glo XIII, cuan­do el gó­ti­co lle­gue a través de la es­cul­tu­ra que se adosó a edi­fi­cios cons­trui­dos de acuer­do con un es­que­ma ar­qui­tectó­ni­co romá­ni­co, a los que con el pa­so del tiem­po se le aña­die­ron al­gu­nos ele­men­tos cons­truc­ti­vos gó­ti­cos...

Tam­bién, en la ico­no­grafía gó­ti­ca no­ta­re­mos un cam­bio de ac­ti­tud, ya que, si bien se man­tu­vie­ron los mis­mos te­mas que en la romá­ni­ca, és­tos fue­ron tra­ta­dos de for­ma dis­tin­ta. Uno de los ejem­plos más cla­ros fue la ico­no­grafía ma­ria­na, don­de la Vir­gen María, será re­pre­sen­ta­da co­mo ma­dre o pro­tec­to­ra, co­mo in­ter­ce­so­ra en­tre los hom­bres y la di­vi­ni­dad; y lo mis­mo pue­de de­cir­se de la ima­gen de Cris­to, que es­tará ba­sa­da en el sa­cri­fi­cio o el do­lor. Además, la dis­tri­bu­ción ico­nográ­fi­ca en el in­te­rior del tem­plo se or­ga­ni­zará de la si­guien­te ma­ne­ra: en los tím­pa­nos, se re­pre­sen­ta el Jui­cio Fi­nal, la vi­da de Cris­to, la de la Vir­gen María y la de los san­tos pa­tro­nos; en las ar­qui­vol­tas: re­yes, após­to­les y mú­si­cos; en el par­te luz apa­re­cerá Cris­to ben­di­cien­do, la Vir­gen con el niño o el san­to ti­tu­lar del tem­plo y en los zó­ca­los: las es­ta­cio­nes del año, los ofi­cios, los vi­cios y las vir­tu­des." (Extraído d http://www.revistas.unp.edu.ar/index.php/textosycontextos/article/view/63/78)

LA PINTURA NÓRDICO DEL GÓTICO TARDÍO 

     "París había encabezado el arte y la cultura europeas desde 1230. Pero, tras los estragos de la peste y el estallido del conflicto bélico de los Cien Años a mediados del siglo XIV, París perdió la supremacía y se transformó en uno más entre los muchos centros artísticos que florecieron en este periodo. Dentro de la evolución pictórica del siglo XV se distinguen dos estilos, el estilo gótico internacional y el estilo flamenco. El primero corresponde a los dos últimos decenios del siglo XIV y perduró en la mayor parte de Europa durante la primera mitad del siglo XV. El estilo flamenco apareció en Flandes en el primer tercio del siglo XV, paralelamente al renacimiento italiano, y se difundió por el resto de Europa durante la segunda mitad del siglo. El estilo internacional apareció en el centro del continente como consecuencia de la fusión de elementos y formas del gótico lineal con las innovaciones técnicas e iconográficas aportadas por los pintores italianos del trecento (Giotto, Duccio, Simone Martini y los hermanos Lorenzetti). El estilo se caracteriza por la valoración expresiva de lo anecdótico, la estilización de las figuras, el predominio de las líneas curvas tanto en los pliegues como en las posturas corporales, la introducción de detalles naturalistas con fines simbólicos y el empleo de una técnica minuciosa. En torno a 1400 en Francia comenzaron a florecer las cortes de los duques de Berry y Borgoña. En la corte del duque de Berry destacó el destacada taller de ilustración de manuscritos, con ejemplos magníficos de libros de horas como Las grandes horas y Las muy ricas horas del duque de Berry. El estilo gótico internacional contó con atrayentes artistas en Alemania, como el pintor Stefan Lochner y el maestro del Jardín del paraíso; y en España, con destacados miembros de la escuela aragonesa y catalana como Pedro Nicolau, Lluís Borrassà o Bernardo Martorell. El estilo flamenco se inició en las cortes de los duques de Berry y de Borgoña. La destacado aportación de esta escuela es el uso de la técnica al óleo, que permite una mayor impetuosidad y enriquecimiento de la variedad cromática, la realización de veladuras y la obtención de colores formados. Los rasgos más definitorios del estilo flamenco fueron el mayor naturalismo, el gusto por el detalle a través de una técnica minuciosa y, en ocasiones, la codificación simbolista de la variedad cromática y de ciertos objetos. Los comenzadores de la escuela flamenca son los hermanos Hubert y Jan van Eyck, cuya primera obra célebre fue el retablo de El cordero espiritual de la iglesia de San Bavón de Gante. De Jan van Eyck es una de las mejores obras del arte flamenco, Giovanni Arnolfini y su cónyuge (1434, National Gallery, Londres). Otros pintores destacados son el maestro de Flémalle (Robert Campin), Rogier van der Weyden, Hans Memling, Dirk Bouts y Hugo van der Goes. Pero, dentro de la escuela destacó una figura excepcional, avanzada para su fase: Hieronymus van Aken, llamado El Bosco, que desarrolló en sus obras un universo surrealista en clave moralizante. Entre sus obras cabe citar El jardín de las delicias (Museo del Prado, Madrid). A lo largo del siglo XV la influencia flamenca se difundió por toda Europa, identificada como un renacimiento nórdico ajeno al punto de vista conceptual de la edad media. En España la pintura flamenca tuvo un especial desarrollo gracias al trabajo de algunos pintores destacados como Luis Dalmau, Jaume Huguet, Jacomart, Bartolomé Bermejo y Fernando Gallego."

(Extraído de https://www.escuelapedia.com/blog/pintura-en-el-arte-gotico-tardio/)


JAN VAN EYCK

    "Jan van Eyck, nacido alrededor de 1390 (o 1380) en Maaseik, Bélgica, es uno de los pintores flamencos más destacados del siglo XV...Su innovador enfoque en la pintura al óleo y la representación realista de la realidad lo convierten en un artista influyente y un pilar de la historia del arte...


    Jan van Eyck es considerado uno de los primeros maestros de la pintura al óleo, una técnica que revolucionó el arte en su tiempo. Su habilidad en el manejo de la luz, la sombra, la perspectiva y la anatomía, así como su dominio del óleo, le permitieron lograr un nivel de detalle y realismo nunca antes visto en la pintura.

     La vida y obra de Jan van Eyck han dejado una marca indeleble en la historia del arte. Su influencia en el arte flamenco y en la pintura en general fue profunda, marcando un punto de inflexión en la evolución del arte del norte de Europa. Sus innovaciones en la técnica al óleo y su enfoque en la representación realista de la realidad influyeron en numerosos artistas de su tiempo y en generaciones posteriores...

     El estilo de Jan van Eyck también dejó una marca indeleble en el arte flamenco posterior, sentando las bases para lo que se conocería como la "Escuela de Brujas". Esta escuela de pintura, que floreció durante el siglo XV y principios del XVI, se caracteriza por su atención al detalle, la representación realista de las figuras y el uso innovador de la luz y el color.

     Jan van Eyck murió en Brujas el 9 de julio de 1441. A pesar de que la causa de su muerte sigue siendo desconocida, su legado como artista y su influencia en el arte del norte de Europa perduran hasta nuestros días."

(Extraído de https://www.artisticord.com/2023/04/jan-van-eyck-vida-y-obras-del-maestro.html)

LA ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO

   "Esta tabla se sitúa en la Catedral de San Bavón en Gante (Bélgica) y se considera la obra más importante de Jan Van Eyck, pintor flamenco del siglo XV.

    Sabemos que fue un encargo de un rico burgués para decorar una capilla privada en la catedral, algo muy usual en la época. Actualmente, se sitúa en una nave trasera fuera de su emplazamiento original, lo que resta cierta fuerza al conjunto aunque gana en visualización para el espectador.

     La forma de representación es un políptico, es decir un retablo formado por un conjunto de tablas superpuestas cada una con una escena independiente. Este tipo de obra se colocaban en el altar y suele estar cerrado, por lo que también se pintaban las escenas posteriores que quedaban a la vista en ese momento. Sólo en época de festividades se abría para contemplar las escenas principales. Se pueden diferenciar varias partes cada una de gran valor simbólico y artístico:

  • Escena inferior centralAdoración del Cordero Místico (1) Es la que da nombre a la obra. El cordero místico, símbolo de Cristo, aparece en el centro de un prado de un intenso color verde, está rodeado de ángeles y arcángeles, los bienaventurados, las santas mártires y los padres de la iglesia que viene a adorarlo. Su sangre se recoge en la copa sagrada, que luego se conoce como Santo Grial. Más abajo, en el centro, Van Eyck representa la fuente de la vida que sirve para dividir la escena en dos partes simétricas y ayudan al espectador a observar el tema principal gracia a los puntos de fuga. La línea del horizonte es alta y la perspectiva es muy profunda. A pesar de detallismo de los elementos representados, en realidad no estamos ante un paisaje real sino idealizado.

(Extraído de http://aracelirldeloleoalcincel.blogspot.com/2015/07/jan-van-eyckel-gotico-tardio-o.html)



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