LAS IDENTIDADES REGIONALES DE LA PATRIA ARGENTINA

La evolución histórica y las características geográficas de los distintos rincones de la Patria permitieron ir constituyendo, a lo largo de los siglos, las identidades culturales de las diversas regiones que hoy conforman nuestra nación.

     Intentaré a continuación una clasificación regional, con las limitaciones que este tipo de análisis pudiera llegar a presentar.

1- El Noroeste: La región del Noroeste –también llamada del Tucumán- fue la más importante durante los siglos XVI y XVII. Fue colonizada desde el Perú, al cual permaneció ligada durante mucho tiempo, especialmente al Alto Perú (actual Bolivia). La vida económica de esta región giraba en torno a la ciudad minera del Potosí. En esta zona se destacan las ciudades de Santiago del Estero (la más antigua de nuestro país), de Salta (conocida como “la linda”, por su rica arquitectura colonial y por la magnificencia geográfica con la que fue adornada por la Naturaleza), San Miguel del Tucumán (que jugaría un papel tan importante en el posterior desarrollo de la historia patria). Se caracteriza por la presencia de la rica arquitectura barroca –tan propia de los tiempos de Trento y de la Contrarreforma, y ligada fuertemente a la acción de la Compañía de Jesús-. A pesar de la importancia de la Orden Jesuítica no hay que olvidar la importantísima acción evangelizadora de otras Órdenes como los Franciscanos, Dominicos o Mercedarios, entre otras. Cada ciudad se encontraba adornada por los templos y capillas pertenecientes a las mismas. Florecieron además  en estas zonas importantes devociones populares: al Señor y la Virgen del Milagro, en Salta; al Señor de Mailín, en Santiago del Estero; a la Virgen del Valle, en San Fernando del Valle de Catamarca; a la Virgen de la Merced, en San Miguel del Tucumán. Además esta zona recibió la fecunda acción evangelizadora de un santo varón franciscano: San Francisco Solano.

   La sociedad del noroeste se caracteriza por su carácter jerárquico por su cercanía con la aristocrática Lima, y por el arraigo en esta región de la institución de la Encomienda, que dio origen a la formación de una elite criolla blanca. Los pobladores se caracterizaron por su estilo tradicional y por su arraigo a la tierra. Durante la gesta independentista esta zona fue escenario de grandes acontecimientos: la formación de las milicias gauchas dirigidas por el caudillo Miguel Martín de Güemes, las célebres batallas de Tucumán y de Salta –en las que los ejércitos patrios fueron dirigidos por el gran General Manuel Belgrano-, la declaración de la Independencia en la célebre jornada del 9 de julio de 1816, en la ciudad de San Miguel del Tucumán.

2- Cuyo: La región cuyana guardó desde los orígenes una estrecha relación con Chile. Justamente desde allí procedieron los primeros colonizadores de dicha zona. Aunque también es cierto que la Cordillera de los Andes hace las veces de una inmensa muralla que separa ambos territorios. Por otra parte, fue desde los inicios una región que unía los territorios ubicados al oeste de los Andes –Chile-, con la Pampa rioplatense y con la ciudad y puerto de Buenos Aires. Cuyo ocupaba, por lo tanto, un lugar intermedio entre las costas ribereñas del Atlántico y del Pacífico. Al crearse el Virreinato del Río de la Plata en 1776 vino a quedar definitivamente incorporada a la jurisdicción rioplatense, y a ligar su suerte a la de la nacionalidad argentina, siendo parte importantísima de la misma, ocupando un rol destacadísimo en la evolución de la historia patria.

   La zona cuyana fue protagonista privilegiada de la epopeya sanmartiniana. Allí el General San Martín –Padre de la Patria- ocupó el cargo de Gobernador Intendente desde 1814, siendo su acción de gobierno positivamente reconocida por los pobladores de aquellas regiones; pero mucho más trascendente que la administración de dicha provincia fue la preparación del Ejército de los Andes, y la movilización de todo aquel territorio tras el ideal de la independencia nacional y americana.

3- La zona central-Córdoba: En el corazón de la República Argentina se encuentra la ciudad de Córdoba, la cual tuvo el privilegio de contar con la primera Universidad erigida en nuestro territorio. Esta obra se inició por la generosa acción del Obispo Trejo y Sanabria –medio hermano de Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, que fue el primer Gobernador criollo del Río de la Plata-. Éste Obispo quiso fomentar los estudios en estas regiones a través de la fundación de dicha casa de estudios, a la que donó, además, su biblioteca personal. En ella ejercieron su labor docente durante muchos años los Padres Jesuitas. Debido a esta presencia de la Universidad a Córdoba se la conoce con el apodo de “La Docta”. Córdoba ha sido escenario de las grandes luchas internas que atravesaron nuestra historia nacional, y ella se ha destacado tanto por ser baluarte de nuestras tradiciones, y por albergar a los más esclarecidos defensores de los valores más rancios; así como por dar origen a movimientos de oposición a la Tradición y revueltas revolucionarias como la Reforma Universitaria del año 1918. Muchos han afirmado que existen “dos” Córdobas, la tradicional, eclesial, tridentina, contrarreformista -como la pinta Sarmiento en su Facundo[1]-, y la liberal. Allí estalló, también, el terrible movimiento subversivo  con el que se inicia la sangrienta década de 1970, y que se conoce con el nombre de “Cordobazo”.

4- El Litoral: Comprendido entre los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, la zona litoraleña quedó tempranamente ligada a la ciudad de Asunción, hasta que en 1617 se creó la Gobernación del Río de la Plata quedado la ciudad de Buenos Aires como cabeza.

   Esta región ha sido célebre por la acción desplegada por los Jesuitas a través de sus famosas Reducciones de indios Guaraníes, en las cuales tuvieron una destacada actuación Padres de la talla del peruano Antonio Ruiz de Montoya o del paraguayo San Roque González. Muchos de los pueblos fundados por los sacerdotes de la Compañía de Jesús perduraron en el tiempo convirtiéndose en poblados más o menos importantes. Uno de ellos, Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú vio nacer a nuestro Libertador, General San Martín.

5- La región pampeana y la portuaria en torno a Buenos Aires: Señala Ernesto Palacio en su libro “Historia de la Argentina”, que la historia de Argentina es la continuación de la historia de España en estos parajes australes de América del Sur. Esta historia se caracterizó, a lo largo del siglo XVIII, por la lucha permanente con los indios “alzados” (aquellos que no se habían sometido a la civilización, y que resistían a las autoridades blancas), y con el vecino portugués, ubicado en el actual Brasil y en la ciudad de Colonia del Sacramento. Esta situación fue templando el carácter porteño y forjando un  estilo heroico de vida que se manifestó durante la resistencia a las Invasiones Inglesas, y que contradice la imagen puramente “mercantil” que muchas veces se ha hecho de la ciudad fundada sobre la margen occidental del Río de la Plata. No obstante, es cierto que Buenos Aires creció gracias al comercio, y durante muchos años –a lo largo de los siglos XVI, XVII, y gran parte del XVIII- al contrabando con ingleses, franceses, holandeses y también los portugueses. Incluso, muchas veces, a lo largo de la historia argentina muchos porteños privilegiaron los intereses mercantiles de la ciudad-puerto sobre el resto del país. A pesar de todo, no debemos dejar de tener en cuenta lo señalado más arriba: Buenos Aires es como una “moneda con dos caras”: por un lado, esa avaricia propia de su condición de lugar abierto al comercio; pero, también, el sentido heroico de la vida que se dio en muchos vecinos de Buenos Aires, donde se gestaron, debido a esa larga lucha a la que nos referimos –y, sobre todo, gracias a la defensas durante la Invasiones Inglesas-, las milicias que luego llevaron adelante la Guerra de la Independencia, y que fueron el primer embrión del Ejército Argentino –aquí debemos recordar, en particular al Regimiento de Patricios-.

6- La Patagonia: Es la región que se encuentra en la zona sur del territorio argentino. Salvo algunos intentos evangelizadores de los jesuitas, como los del padre Mascardi, prácticamente no fue colonizada por los españoles. Durante la etapa independiente, al igual que en la anterior, esta región fue escenario de constantes luchas y conflictos, donde las tribus  nómades araucanas dominaron, y desde donde asaltaban los poblados blancos a través de los malones. Los distintos gobiernos argentinos trataron de contener al indio a través de distintos métodos: alianzas, sistemas defensivos - fortines, la famosa “zanja de Alsina”-, o directamente recurriendo al enfrentamiento armado como el llevado adelante por Roca a partir de 1879, incorporando esta región al Estado Argentino. En esta época comienza a actuar, entre los indios ya sometidos, una nueva Congregación con fines evangelizadores. Esta Congregación, los Salesianos, fue fundada por San Juan Bosco, y tuvo una gran actuación en toda la zona patagónica, difundiendo la devoción a la Virgen bajo el título de María Auxiliadora.

7- Región insular y antártica: Esta región está comprendida por las Islas Malvinas, Sandwich y Georgias, y por el sector antártico que reclama nuestro país. Las Islas Malvinas fueron pretendidas por los ingleses –incluso por los franceses, ya desde el siglo XVIII-. En 1833 fueron invadidas y ocupadas por los ingleses. En 1982, el Gobierno argentino decidió recuperar las Islas, iniciándose un conflicto con Gran Bretaña, enemigo histórico de nuestra nación[2]. Más allá de la discusión acerca de si fue acertada la decisión de ocupar las Islas en 1982, lo cierto es que a lo largo de la breve guerra resurgió el heroísmo y la bravura criollos en hechos de gloria, protagonizados por algunos guerreros nuestros, que desgraciadamente no son suficientemente conocidos, y que deberían ser presentados como modelo de patriotismo.

 

Mis pinturas: Bella luz de Salta, Molinos, Salta, Argentina.

[1] “Córdoba era, no diré la más coqueta de la América, porque se ofendería de ello su gravedad española, pero sí una de las ciudades más bonitas del continente (...) En la plaza principal está la magnífica catedral de orden romano con su enorme cúpula recortada en arabescos (...) A una cuadra está el templo y convento de la Compañía de Jesús (...) Si queréis, pues,  conocer monumentos de la Edad Media (...) id a Córdoba (...)

     En cada cuadra de la sucinta ciudad hay un soberbio convento, un monasterio, o una casa de beatas o de ejercicios. Cada familia tenía entonces un clérigo, un fraile, una monja o una corista (...)

   Andando un poco en la visita que hacemos, se encuentra la célebre Universidad de Córdoba (...) que ha provista durante dos siglos de teólogos y doctores a una gran parte de la América.”

[2] La Inglaterra de Isabel I fue la principal enemiga del Imperio Español de Felipe II durante el siglo XVI; a lo largo del siglo XVIII Gran Bretaña disputó a España el control sobre sus colonias americanas, y pretendió imponer sus productos en dichos territorios; a lo largo de ese siglo estuvo presente detrás de los intereses portugueses en la ciudad de Colonia; al comenzar el siglo XIX invadió Buenos Aires con el fin de posesionarse de ella; en 1833 los ingleses tomaron las Islas Malvinas; y entre finales del siglo XIX y principios del XX el Reino Unido controló la economía de nuestro país, que quedó convertido en factoría proveedora de materias primas al emporio británico. Si bien esto le permitió a nuestra nacionalidad una cierta prosperidad, sin embargo, trabó su desarrollo posterior.


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