Los Mártires de Lyon fueron un grupo de 48 cristianos que sufrieron martirio en la ciudad de Lugdunum (actual Lyon, Francia) en el año 177, durante el reinado del emperador Marco Aurelio. Lugdunum era una importante ciudad romana de la Galia que había sido fundada a orillas del río Ródano en 43 a. C. por Lucio Munacio Planco, y fue la capital de la provincia romana de Gallia Lugdunensis
Entre estos mártires se encuentran el obispo Potino y la esclava Blandina. Su historia es una de las más documentadas de los primeros siglos del cristianismo.
El contexto: La persecución fue desencadenada por rumores y calumnias contra los cristianos, acusándolos de graves crímenes tras una serie de calamidades públicas.
Los líderes: El obispo Potino, de 90 años, murió poco después de ser encarcelado. La esclava Blandina es especialmente recordada por su valentía y resistencia a la tortura, que inspiró a otros mártires.
Las víctimas: El grupo estaba formado por cristianos de diversos orígenes, tanto griegos como galo-romanos. Algunos murieron en prisión o tras ser torturados, mientras que otros fueron devorados por las fieras en el anfiteatro o decapitados.
La documentación: Las "Actas de los Mártires" detallan la persecución, y una carta escrita por la iglesia de Lyon a las iglesias de Asia y Frigia, atribuida a San Ireneo, relata los eventos.
Importancia posterior: Este episodio se ha considerado como el principal de la fundación del cristianismo en la Galia. El monumento más antiguo dedicado a los mártires de Lyon es la basílica de Saint-Martin d'Ainay, una iglesia románica de principios del siglo XII, que tiene una capilla dedicada a Santa Blandina, construida sobre una cripta más antigua. Esta capilla, que se convirtió en sacristía, fue restaurada en 1844
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