"El nacimiento de un deliberado conservadorismo internacional está marcado por el ensayo de 1790 de Edmund Burke Reflexiones sobre la Revolución en Francia, de la misma manera que el nacimiento del marxismo internacional data del Manifiesto Comunista de 1848. Lord Hugh Cecil, un prominente filósofo del conservadorismo del siglo XX, definió a ese ismo como 'una fuerza puesta en actividad por la Revolución Francesa (de 1789) y que opera en contra de las tendencias que esa Revolución instauró'...
Burke mismo no empleó el sustantivo 'conservadorismo' aunque sí empleó el verbo 'conservar'. La amplia utilización de ese nombre comenzó entre los tradicionalistas europeos de principios del siglo XIX, que buscaban a tientas una nueva terminología filosófica para ser empleada contra la era de la Revolución Francesa de 1789-1815, especialmente contra su partido más revolucionario y terrorista, los jacobinos. Los proponentes asociaron esa era a su atractivo lema democrático 'Libertad, Igualdad, Fraternidad', y a su liberación de las masas de los explotadores feudales. Los oponentes asociaron esa era al asesinato de víctimas por parte de los jacobinos durante 1793-1794 y a las agresiones de Napoleón durante 1799-1815. Los proponentes de esa era creyeron que sus fines idealistas, sus conquistas democráticas y sociales, superaban los malos medios empleados y los millones de europeos muertos en ese cuarto de centuria de guerras. Los oponentes creyeron que los malos medios superaban los fines democráticos, liberales y socialistas. Los oponentes más aferrados a la tradición cuestionaban asimismo los fines en sí mismos. Después de 1815, estos fines sufrieron...los efectos de la reacción contra los medios. Esa reacción dio a los conservadores la primera gran oportunidad de restaurar las tradiciones prerrevolucionarias; a ello siguió el florecimiento de un sello de filosofía conservadora.
Sería obrar...con parcialidad...presentar solamente el sello moderado, fundado por Burke (1729-1797), y omitir el sello más extremo, fundado por Joseph de Maistre (1753-1821). El primero es evolucionario; el segundo, contrarrevolucionario. Ambos favorecen la tradición en contra de las innovaciones de 1789,...el primero combate contra 1789 por la causa de las libertades tradicionales; el segundo, por la autoridad tradicional." (PETER VIERECK, Conservadorismo)
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"La primera de esas consecuencias (de la Revolución) es la divinización del Estado, instrumento colectivo de la acción humana y único adecuado para imponer al mundo las modificaciones y los cambios soñados por los demiurgos de la revolución. La religión del Estado tiene que ser socialista y viene necesariamente impuesta para crear lazos de cohesión social, capaces de sustituir los vínculos interiores de la religión. Sin Dios no hay vida íntima y sin vida íntima no hay orden moral, para reemplazarlo, la organización policial de la sociedad aplica los instrumentos a su alcance...
Restaurar significa dar vigor y fuerzas a todos los cuerpos sociales intermedios corroídos en su vitalidad más profunda, por la acción constante de dos procesos aparentemente opuestos. Uno centrífugo y disolvente, toma por fundamento el espíritu rebelde e instala su poder destructor sobre el ansia de abandonar el yugo de los límites trazados por nuestra naturaleza. Su espejismo: una libertad angélica y la quimérica aspiración a un cambio capaz de provocar una transformación en nuestra condición humana. El otro es centrípeto y tiránico, crece a expensas de las sociedades orgánicas abandonadas por me movimiento liberador y cierra a los hombres en el anillo de la estatolatría." (RUBÉN CALDERÓN BOUCHET, Nacionalismo y Revolución)
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