"Zaragoza" forma parte de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, en los cuales el autor recorre casi todo el siglo XIX. En las diferentes novelas que forman parte de los mismos se puede seguir, a partir de personajes ficticios y reales, el devenir político de la península y, en relación con la misma, de otras regiones de Europa. Se puede observar, además, en los mismos, el conflicto entre un universo de valores tradicional y un nuevo mundo que se estaba abriendo paso en medio de las disputas del siglo.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA NOVELA
En 1788 muere Carlos III (fin del despotismo ilustrado), lo sucede Carlos IV a quien le toca reinar en medio de las convulsiones desatadas por la revolución francesa. La Revolución masónica se iba extendiendo por Europa gracias a las armas de Napoleón; pero los bravos españoles –campesinos, clérigos, artesanos, nobles de provincia-, fieles a su Dios y a su Rey, la enfrentaron, dejando todo en el campo de batalla. Un ejemplo del espíritu militante que señoreó en aquella gesta es lo ocurrido en la ciudad de Zaragoza. La reacción popular fue llevada hasta las últimas consecuencias, hasta que casi no quedó piedra sobre piedra de la que era la ciudad de la Virgen del Pilar, principal Patrona de la Hispanidad.
El autor en su obra muestra los siguientes valores que son la esencia del pueblo español del siglo XIX:
El Honor: Caer en el campo de batalla era un honor, sin distinción de rangos ni de estirpe. El autor dice que el alma aragonesa “ no se rompe, ni se dobla, ni se funde, ni se hiende, ni se oxida”. Todos tienen dentro de esta lucha un lugar: los hombres en las murallas, las mujeres en los hospitales, los chicos y los frailes en el transporte de las municiones. Todos luchan por el honor de su tierra.
El Heroísmo: Sus personajes son los encargados de demostrar con palabras y actos lo que este valor significa. Se lo puede encontrar no solamente en los valerosos sino también en las mujeres y en los cobardes que se convierten. Un personaje que puede ser resaltado, entre otros es Manuela Sancho, quien con su actitud estimula al pueblo que se levanta en armas.
La Religión: El valor religioso de los aragoneses manifestado en la devoción a la Virgen del Pilar hacían que esta lucha por defensa de la Tierra se convirtiera en una lucha religiosa. Cuando las bombas y granadas destruían la población entera los aragoneses seguían gritando “el reducto del Pilar no se rinde”. La Virgen del Pilar, madre de los zaragozanos, no podía ni quería ser francesa.
El Ideal: Zaragoza es la novela de la historia de la conciencia de un pueblo que lucha por su Fe, por su Rey y por la independencia de su Patria.
En la novela aparece la figura heroica de José de Palafox: "El día siguiente, 22, fue cuando Palafox dijo al parlamentario de Moncey que venía a proponerle la rendición: «No sé rendirme: después de muerto hablaremos de eso.» (...) Cuando la tempestad de fuego se calmó, no nos conocíamos: estábamos transfigurados, y algo nuevo y desconocido palpitaba en lo íntimo de nuestras almas, dándonos una ferocidad inaudita. Al día siguiente decía Palafox con elocuencia: «Las bombas, las granadas y las balas no mudan el color de nuestros semblantes, ni toda la Francia lo alteraría». (...) De todo esto nos reíamos o aparentábamos reírnos, como lo prueba la vanagloriosa respuesta de Palafox al mariscal Lannes (que desde el 22 se puso al frente del ejército sitiador), en la cual le decía: «La conquista de esta ciudad hará mucho honor al señor Mariscal si la ganase a cuerpo descubierto, no con bombas y granadas que sólo aterran a los cobardes». (...) En los puntos de peligro aparecía siempre Palafox como la expresión humana del triunfo. Su voz reanimaba a los moribundos, y si la Virgen del Pilar hubiera hablado, no hubiera hablado por otra boca. Su rostro expresaba siempre una confianza suprema, y en él la triunfal sonrisa infundía coraje como en otros el ceño feroz. Vanagloriábase de ser el impulsor de aquel gran movimiento. Como comprendía por instinto que parte del éxito era debido, más que a lo que tenía de general a lo que tenía de actor, siempre se presentaba con todos sus arreos de gala, entorchados, plumas y veneras, y la atronadora música de los aplausos y los vivas le halagaban en extremo. Todo esto era preciso, pues ha de haber siempre algo de mutua adulación entre la hueste y el caudillo para que el enfático orgullo de la victoria arrastre a todos al heroísmo." (Galdós 1873)
Palafox, pintado por Goya.
OTROS PERSONAJES
Gabriel Araceli: Protagonista de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Detrás de este personaje se esconde el autor, manifestando sus sentimientos, ideología y compromiso con la historia. Gabriel Araceli comienza narrando y viviendo siendo niño los episodios de Trafalgar. No es un mero narrador sino que toma parte de los hechos que cuenta. En Zaragoza lo encontramos ya siendo un joven que llega a la ciudad junto con sus compañeros para unirse a las milicias zaragonesas. Durante toda la obra acompañará a Agustín Montoria, personaje principal.
Agustín Montoría: Hijo menor de la familia Montoría, como tal su destino era el sacerdocio. Los sucesos acontecidos en su tierra, hacen que tome las armas y emprenda un camino lleno de patriotismo y valor. También en esta historia encuentra el amor en joven Mariquilla, que está signado por el dolor y la fatalidad.
Mariquilla Candiola: Este personaje cumple con todas las características de la mujer del período romántico, hija del usurero y traidor del pueblo, que en ningún momento toma conciencia de esta realidad con una inocencia que raya la estupidez.
José Montoría: Comerciante adinerado que toma el cargo de Presidente de la Junta de Abastos. Padre de Agustín, enemigo de Candiola y personaje en el que se ven marcados los valores del caballero español, como el patriotismo, justicia, heroísmo, el arraigo a la tierra y por sobre todas las cosas la devoción a la virgen, en este caso del Pilar. En él se ve representado al zaragozano que grita “antes morir que a ver a Zaragoza rendida”.
Jerónimo Candiola: Candiola representa todos los antivalores que podemos encontrar en la sociedad española. Es avaro, usurero, cobarde y traidor. Desconoce cualquier sentimiento noble, salvo el amor por su hija y el dinero.
Pepe Pallejas: también conocido con el nombre de Sursum Corda. Mendigo que es testigo y narrador del primer sitio de Zaragoza.
Padre Rincón: Cuñado de Candiola y tío de Mariquilla, director del convento al que iba destinado Agustín como clérigo. Es el responsable de que Mariquilla y Agustín se conocieran.
Manuela Sancho: Es el ejemplo de la mujer zaragozana que deja el escenario del hogar para empuñar las armas y defender como una leona la tierra de su familia y de su fe.
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