LA IDENTIDAD DE NUESTRA CIVILIZACIÓN

 "...el católico contempla a Europa desde adentro, y no puede haber un punto de vista católico de la historia europea, como no puede haber un punto de vista de un hombre con respecto a sí mismo...
     Pues bien...la Fe es Europa y Europa es la Fe...
     Afirmo nuevamente, reemplazando términos: la Iglesia es Europa, y Europa es la Iglesia.
     La conciencia católica de la historia no se inicia con el desarrollo de la Iglesia en la cuenca del Mediterráneo. La antecede en mucho. El católico conoce el terreno en el que creció la planta de la Fe. En modo al que ningún hombre se atreve, entiende cómo el esfuerzo militar romano..., los frutos obtenidos de la luz ateniense..., el parentesco que nos une con el ritual de religiones profundas no obstante su falsedad, y aun el antiguo Israel...fueron, al menos en la antigua revelación, cosas principales...dedicadas a una misión peculiar.
    Para el católico, todo esa perspectiva es armónica. El cuadro es normal. Para él no hay deformaciones. El proceso de nuestra gran historia es fácil, natural y total...
     La fe católica se expande sobre el mundo romano...porque aceptaron el entendimiento de la antigüedad y especialmente el entendimiento romano, en su respectiva madurez
     'La Fe es lo que Roma aceptó en su madurez: y la Fe no fue causa de su decadencia, sino factor conservador de todo lo que en ella podía conservarse.'
     No fuimos fortalecidos por el advenimiento de la sangre bárbara. Amenazó a la civilización, en su vejez, un serio peligro determinado pòr una pequeña infiltración de sangre bárbara...; y si el mundo civilizado venció es ataque y no decayó definitivamente en ese entonces, se lo debemos a la fe católica.
     En el período siguiente -la Edad Media- el católico sigue viendo a Europa a salvo del ataque universal del árabe, del huno y del escandinavo...
     Y, sin embargo, Europa sobrevivió. En el reverdecer que siguió a esta época sombría -en la Edad Media- el católico...ve surgir los parlamentos...de las verdaderas órdenes monásticas...Observa la trayectoria hacia lo alto de la arquitectura gótica, espontánea y autóctona, al principio en el perímetro parisiense, y luego fuera del mismo, hasta llegar a las montañas de Escocia y el Rin. Contempla las nuevas universidades, fruto del despertar del alma europea; la maravillosa civilización nueva de la Edad Media, alzándose como una transformación de la vieja sociedad romana, cambio puramente interno y causado por la Fe." (HILAIRE BELLOC, Europa y la Fe)






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