El hombre tradicional sabía que había un saber primigenio que debía custodiar y comunicar a las generaciones posteriores. La palabra tradición hace referencia justamente a la transmisión de una Verdad original. La misma está en relación con el Principio Espiritual sobre el que se sustenta toda la realidad. Principio primordial, absoluto, Divino. En todas las culturas arcaicas los mitos cosmogónicos siempre hacen referencia a dicho Principio. Maritain explica la existencia de esta Tradición primitiva:
“En la afirmación de una tradición primitiva, común a las diversas familias humanas y tan vieja como ellas, están de acuerdo las más serias investigaciones de los historiadores con los teólogos... (E)s muy razonable el suponer que el primer hombre debió recibir de Dios la ciencia al mismo tiempo que la existencia...
Pero esta ciencia, así como la religión primitiva con la que se confundía, ¿podía permanecer intacta en la humanidad? De un lado, verdades muy elevadas, transmitidas de generación en generación; del otro, una inteligencia dominada por los sentidos y por la imaginación: el efecto de tal desproporción debía ser fatalmente una alteración progresiva de la tradición adámica, roída poco a poco por el olvido, manchada por los errores, invadida por la corrupción del politeísmo y de las más degradadas modalidades religiosas (animismo, totemismo, idolatría, magia, etc.). A pesar de estas alteraciones pudo esta primitiva tradición guardar en la humanidad, durante siglos, un tesoro de verdades esenciales.” (JACQUES MARITAIN. Introducción a la Filosofía)
Hacíamos referencia, más arriba, a los mitos cosmogónicos. Justamente el tema de la creación del mundo es uno de los temas fundamentales contenidos en la Tradición. Es un tema que ha preocupado profundamente al hombre tradicional. Y siempre que debía organizar su vida comunitaria procuraba hacerlo repitiendo, de algún modo, la fundación acontecida en los orígenes. Nos dice Mircea Eliade, al respecto:
"Un Universo toma origen de su Centro, se extiende desde un punto central...
Síguese de ello toda construcción o fabricación tiene como modelo ejemplar la cosmología. La creación del mundo se convierte en el arquetipo de todo gesto humano creador...Después de haber colegido el valor cosmogónico del Centro, se comprende mejor ahora por qué todo establecimiento humano repite la Creación del Mundo a partir de un punto central...A imagen del Universo que se desarrolla a partir de un Centro y se extiende hacia los cuatro puntos cardinales, y la ciudad se constituye a partir de una encrucijada...El cuadrado construido a partir del punto central es una 'imago mundi'. La división del pueblo en cuatro sectores, que implica por lo demás una partición paralela de la comunidad, corresponde a la división del Universo en cuatro horizontes. En medio del pueblo se deja con frecuencia un espacio vacío: allí se elevará...la cas cultual, cuyo techo representa simbólicamente el Cielo...
El simbolismo cósmico del pueblo lo recoge la estructura del santuario o de la casa cultual." (Lo sagrado y lo profano)
La fundación de las ciudades hispanas en América respondió a una concepción propia del hombre tradicional:
"La fundación de una ciudad no era un acto azaroso ni caprichoso. El fundador debía estar facultado para ello y la ceremonia debía ser registrada detalladamente en un acta y, según se puede ver en las actas de fundación, éstas conllevaban diversas acciones que estaban siempre presentes y se llevaban a cabo ritualmente por medio de actos físicos y actos verbales en los que se decían una serie de frases ritualizadas.
En el acta de fundación de Altamira de Cáceres se pueden ver esas acciones siempre presentes que daban legitimidad al acto:
1.- La invocación:
'En el nombre de la Sanctissima Trinidad y del Espiritu Sancto a quienes traemos por abogado y alumbrados de nuestros entendimientos, los capitanes que andamos descubriendo y poblando la gouernaçion nombrada el Espiritu Sancto...'
Se invoca a la santísima Trinidad como se hacía con frecuencia en la fundación de las distintas ciudades en territorio americano. En algunos casos se hacía una invocación que contenía los aspectos fundamentales de la fe católica española que además de la Trinidad, los conforman la Virgen María y el apóstol Santiago.
...Así, al invocar a la Trinidad y al Espíritu Santo en particular, ya se estaba en presencia de un elemento cohesionador al ser reconocido por todos los actores involucrados en el ritual como parte del código moral religioso que compartían.
2.- La legitimización:
'...los capitanes que andamos descubriendo y poblando la gouernaçion nombrada el Espiritu Sancto que su majestad hizo merced al muy Ylustre señor Francisco de Cáceres, gouvernador y capitan general...'
Hacer referencia a la merced concedida por el Rey que autoriza a explorar y fundar ciudades en esa determinada región deja sentado que se actúa de acuerdo al derecho de conquista concedido, lo que es condición indispensable para el desarrollo futuro del asentamiento...
El hacer referencia al rey y al gobernador le otorgaba el fundamento legal requerido para fundar y, más adelante, designar cargos públicos como parte del ritual, siempre en nombre del Gobernador Francisco de Cáceres.
3.- La disposición del rollo o picota como símbolo del poder temporal:
'...E luego yncontinente el dicho señor capitan se apeo del dicho cauallo y estando a pie con su espada desnuda en la mano y en la otra una rodela torno a dezir las mismas palabras en alta voz que dicho tenia y biendo que no auia nadie que se lo contradixese dijo que en señal de posesion y por posesion se paseaba por alli y con la espada que tenia en la mano comenzo a cortar las yeruas y mando que un palo que ende estaua para que la real justiçia fuese executada en los malhechores y castigados conforme a sus delitos se hincase y mando hincar en un hoyo diziendo lo señalaua por rollo y picota desta ciudad...'
Cuando se ha terminado todo el ceremonial en el que se ha tomado posesión del terreno en nombre de Dios y del Rey, a través de su representante el Gobernador, se hace el trazado de la plaza alrededor de la cual se edificarán las casas de los poderes públicos y de los vecinos y como primera señal de institucionalidad que comienza a dar forma a la ciudad en un lugar privilegiado de ésta, previamente seleccionado, se clava la estaca que marcará simbólicamente el lugar donde estará la picota. Es común, tal como está recogido en el acta de fundación de Altamira de Cáceres, que se mencionen como dos cosas diferentes el rollo y la picota. El diccionario de Autoridades, editado en 1726, define la picota como “el rollo ú horca de piedra que suele haber a las entradas de los Lugares, a donde ponen las cabezas de los ajusticiados, ú los reos a la vergüenza. Llámase así porque es una columna con su basa, que remata en punta”; y del rollo dice que 'significa tambien la picota ú horca hecha de piedra, y en forma redonda ú de columna: y es insignia de la jurisdiccion de Villa'.
Al contrastar ambas definiciones pareciera que los dos términos se están refiriendo a un mismo objeto y que, definitivamente era insignia de la ciudad donde se encontraba e instrumento de justicia, tal como lo recoge el acta.
4.- La señalización del solar correspondiente a la iglesia como símbolo del poder religioso:
'...Y ansimismo señalo por plaza y sitio y lugar donde de presente estan y nombro y señalo un solar para que se çelebren los diuinos ofiçcios y sea yglesia mayor de esta ciudad como pareçera por una traça que para el efecto esta hecha (...) el qual solar que se toma para el culto divino , hecha la dicha iglesia se a de nombrar y nombra nuestra señora del Pilar de çaragoza de santiago lo qual se toma por auogaçion desta çiudad'.
Tan importantes para la formación de cualquier ciudad colonial era el poder temporal, la justicia de los hombres, como el poder divino. Ninguna ciudad o villa por más insignificante que pudiera haber sido carecía de iglesia, aunque ésta fuera una precaria construcción de paredes de barro y techo de paja. Designar el solar correspondiente a la iglesia y definir su advocación era parte fundamental del ritual, tal como se lee en el acta de la fundación de Altamira de Cáceres.
La iglesia cumplía un papel determinante en la colonia ya que era el sitio a donde se obligaba a acudir a los indios para su adoctrinamiento religioso y con este se pretendía en última instancia incorporarlos al modo de vida hispano. De hecho, uno de los requisitos para encomendar indios, por ejemplo, era que tuvieran una iglesia cercana a sus poblados para acudir a la doctrina y en caso de que no fuere así, era obligación del encomendero reubicarlos lo más cerca posible del pueblo de españoles donde estaba situada la iglesia. En el ritual de fundación era obligación, entonces, designar el solar para edificar la iglesia, símbolo del poder divino o secular inmediatamente después de señalar el lugar de la picota, símbolo del poder de los hombres o temporal.
5.- La disposición de solares para edificios públicos (cabildo, cárcel) y las casas del fundador y los pobladores, así como las tierras comunales...
6.- Designación de las autoridades...
La designación a las autoridades es si se quiere el momento definitivo del ritual de fundación ya que es por medio de este acto jurídico que se le confiere el estatus de ciudad al asentamiento. Podía estarse en presencia de un terreno baldío demarcado por la punta de una espada y con sólo una estaca clavada en medio, pero al contar con alcaldes, regidores, alguacil, procurador y mayordomo, ese terreno baldío, cubierto quizá de maleza, en la conciencia de quienes habían participado en el rito, de los testigos que firmaría el acta que
durante la ceremonia era llevada por el escribano, era la ciudad de Altamira de Cáceres para honra de Dios y del Rey. Los diversos actores sociales que intervenían en el ritual de fundación tenían un papel determinado que definía dicha participación y su interacción. No solamente se hacía posible y legal el acto, sino que con éste se aseguraba el traslado de las instituciones y el orden hispano que quedaba instaurado, no sólo de manera simbólica, sino
de hecho con las diversas acciones que se realizaban como el hincar la picota en el espacio de la Plaza determinado para ello o el trazado de los solares o la elocución de las frases rituales que decía el fundador mientras galopaba en un caballo tan ataviado para la ocasión como el la cárcel y la residencia del fundador, así como el resto de los solares que corresponderían a las casas de los pobladores. Este trazado no era azaroso, respondía a formas pautadas que garantizaban que se reproducirían las ciudades españolas en los territorios conquistados, así fundador mismo, con las que se daba inicio a la fundación de cada ciudad...
Al fundarse Altamira de Cáceres en junio de 1577, quedó afianzado en la conciencia de los participantes en el rito fundacional que ese espacio ya no era territorio ignoto y salvaje, sino por el contrario, constituía una extensión de España..." (Elvira Ramos, Ernesto Silva. Ritual de fundación de Altamira de Cáceres: Texto y contexto (1577), en "Presente y Pasado. Revista de Historia". ISSN: 1316-1369. Año 8. Volumen 8. Nº 15. Enero- Junio, 2003. Ritual de fundación de Altamira de..., Elvira Ramos y Ernesto Silva, pp, 8-25)
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