San Agustín sostiene que Dios creó todas las cosas en el principio, pero no todas plenamente desarrolladas, sino que muchas fueron creadas “en germen”, como principios internos de desarrollo.
A esos principios los llama razones seminales:
-rationes = “principios”, “razones”, “formas inteligibles”
-seminales = “seminales”, “germinales”, “de semilla”
Son como semillas invisibles puestas en la creación desde el comienzo.
¿Para qué sirven?
San Agustín las usa para explicar:
1) La Creación sin cambio en Dios
Dios creó todo de una vez, pero no todo apareció inmediatamente.
Las razones seminales permiten decir que:
-Dios no cambia;
-las cosas aparecen en el tiempo según un plan ya puesto por Él.
2) El desarrollo natural del mundo
Los seres que surgen más tarde (por ejemplo, plantas, animales, procesos naturales) no requieren una nueva creación.
Ya estaban “en potencia”, colocados por Dios en el origen del mundo.
3) La continuidad entre creación y providencia
Lo que llamamos “procesos naturales” son, para Agustín, el despliegue temporal de lo que Dios ya sembró en el acto creador.
Ejemplo que suele dar Agustín
Así como en una semilla de planta está la forma futura del árbol, así en el acto creador Dios puso las formas futuras de todo lo que surgiría en el mundo.
Dónde aparece en Agustín
Sobre todo en:
-De Genesi ad litteram (El Génesis a la letra)
-De Trinitate
-Confesiones XIII (de forma más implícita)
Sentido teológico profundo
Afirma la omnipotencia y providencia de Dios.
Evita pensar en un Dios que interviene de manera caprichosa.
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