Clemente de Alejandría (150–215)es una de las grandes figuras del cristianismo antiguo.
1. Contexto histórico
Clemente vivió en un tiempo en que el cristianismo se enfrentaba a dos grandes desafíos:
Las persecuciones romanas, que ponían en peligro su existencia social.
Las herejías gnósticas, que ofrecían una visión elitista y dualista de la fe.
En este ambiente, Clemente buscó mostrar la racionalidad del cristianismo y presentarlo como la verdadera filosofía.
2. Vida
Nació probablemente en Atenas, de familia pagana culta.
Recorrió varias regiones buscando maestros hasta llegar a Alejandría, centro intelectual del mundo grecorromano.
Allí fue discípulo de Panteno, director de la escuela catequética de Alejandría, y más tarde se convirtió en su sucesor.
Entre sus discípulos más célebres estuvo Orígenes.
Se exilió durante la persecución de Septimio Severo (h. 202). Murió hacia 215, probablemente en Capadocia.
3. Obras principales
Su pensamiento nos llega a través de tres escritos fundamentales, que forman casi un itinerario pedagógico:
1. Protréptico (Exhortación a los griegos):
Llama a los paganos a abandonar la idolatría y convertirse a Cristo, presentado como el verdadero Logos.
2. Paidagogos (El Pedagogo):
Cristo es el maestro que guía al cristiano en la vida moral.
Trata de la ética, de las costumbres y del estilo de vida cristiano, incluso en aspectos cotidianos.
3. Stromata (Misceláneas):
Obra más extensa y compleja. Busca mostrar que la fe cristiana no está en oposición a la filosofía, sino que la supera y plenifica.
Propone una gnosis cristiana: conocimiento profundo de la fe, no elitista, sino al alcance de todo creyente que vive en la Iglesia.
Otras obras menores: Quién es el rico que se salvará, varios fragmentos de comentarios bíblicos y homilías.
4. Pensamiento teológico
Cristo-Logos: Cristo es la Palabra de Dios que ilumina a todo hombre. Ya actuaba en la filosofía griega antes de la Encarnación, preparando el camino al Evangelio.
Filosofía y fe: la filosofía griega fue un “pedagogo” que llevó a los pueblos hacia Cristo, de modo semejante a como la Ley condujo a los judíos.
Gnosis cristiana: auténtico conocimiento, no la herejía gnóstica. El verdadero gnóstico es el cristiano maduro que une fe y razón, vida moral y contemplación.
Ética: vida sobria, moderada, guiada por la caridad. Para Clemente, la meta de la vida cristiana es la asemejanza con Dios (theosis).
Escritura: defendió su valor espiritual y alegórico, influyendo directamente en Orígenes y en toda la tradición alejandrina.
5. Importancia
Clemente es un puente entre la filosofía griega y el cristianismo. Su aportación principal fue demostrar que la fe no es irracional, sino que constituye la verdadera filosofía, destinada a transformar la vida y conducir a Dios. Preparó el terreno para Orígenes y para la gran tradición teológica de Alejandría.
No es considerado “Padre de la Iglesia” en sentido estricto (pues no fue canonizado y algunas de sus ideas quedaron ambiguas), pero sí es uno de los grandes maestros eclesiásticos de la patrística griega.
En síntesis: Clemente fue un pensador en tiempo de crisis. Es la primera figura que se destaca con pleno relieve en la historia de la Iglesia, contribuyendo a sistematizar la ética y las doctrinales fundamentales del cristianismo, a las que dota de una coherencia intelectual comparable a la de los sistemas filosófico-religiosos más prestigiosos de su día. Clemente se mueve en el ámbito de la alta sociedad y de la alta cultura alejandrinas, donde el cristianismo ha ganado buen número de seguidores, desmintiendo así la acusación de Celso que, por aquellos días, escribía contra los cristianos a los que describe como una comunidad compuesta por las personas más bajas e ignorantes de la sociedad.
Lo que destaca en Clemente, como en Tertuliano y otros escritores cristianos de la época, es su optimismo apasionado. Para ellos, ciertamente, el cristianismo es la "perla de gran precio" por la que han dejado todo para adquirirla (Mt. 13:46). Generoso, comprensivo, Clemente es un pensador que todo lo abarca y todo lo pone al servicio de su nueva fe y de la vida cristiana. Al repasar sus obras, el lector no advierte que el cristianismo fuese una religión proscrita.
Escribió este padre antiguo:
"Según parece, la más grande de todas las ciencias consiste en conocerse a si mismo; pues quien se conoce a si mismo conocerá a Dios, y conociendo a Dios, se hará semejante a Él, no porque lleve oro o una larga capa, sino porque hace buenas obras y tiene necesidad de muy pocas cosas. Sólo Dios no tiene necesidad de nada, y se alegra sobremanera al vernos puros, con el atavio de la razón, y revestido el cuerpo con la blanca estola de la moderación.
Tres son, ciertamente, las facultades del alma: la intelectual, que recibe el nombre de racional y es el hombre interior que guía a este hombre visible, y que, a su vez, es guiado por otro: Dios; la irascible, que es salvaje, cercana a la locura; y, en tercer lugar, la concupiscible, que adopta muchas más formas que Proteo, el multiforme genio marino, quien, revistiendo ahora una forma, y luego otra, y más tarde otra, incitaba al adulterio, a la lascivia y a la corrupción...
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